Caso compra de gases
Justicia de EEUU sentencia a Arturo Murillo a pagar $us 6 millones a Bolivia
El exministro de Gobierno, Arturo Murillo, fue sentenciado a pagar una indemnización de seis millones de dólares a Bolivia por la denuncia de compra de gases lacrimógenos con sobreprecio, durante la gestión de Jeanine Añez, en 2020.
El fallo que corresponde a un proceso civil iniciado por el Gobierno de Bolivia, se emitió en el “Tribunal de Circuito de 11º Circuito Judicial en y para el condado de Miami, Florida”.
El fallo determina que Murillo pague 2.291.402 dólares por daños reales; 443.319 dólares por intereses previos al juicio, devengados desde el 8 de abril de 2020 al 27 de marzo de 2024; 569 dólares de viáticos por día hasta la sentencia definitiva y 1.030.000 por otros gastos relacionados al proceso.
"Bolivia también tiene derecho a recuperar los honorarios de los abogados por un monto que se determinará en una fecha posterior, como resultado de la violación por parte del demandado Murillo de la Ley RICO de Florida (Cargo VIII)", señala un aparte de la sentencia.
Murillo fue acusado en Estados Unidos, por los delitos de incumplimiento del deber fiduciario, conspiración civil, violación de la Ley RICO de Florida, enriquecimiento injusto, gravamen equitativo y demanda constructiva.
El documento también establece las causas y pruebas presentadas para de definición de esta decisión. Por ejemplo, el punto 6 de la sentencia final señala: "El Contrato de Armas se celebró el 19 de diciembre de 2019 por $us 5.649.137 el cual incluyó un recargo indebido de $us 2.291.402 (...) El recargo indebido se utilizó luego para pagar sobornos al demandado Murillo por su papel en la obtención del Contrato de BUNKER de Armas".
El abogado Thomas Becker explicó que Murillo perdió este caso al no participar del proceso, puesto que no respondió al juicio, según reportó Erbol. Este un proceso civil diferente a la causa criminal que ya se desarrolló en Estados Unidos y que resultó en una condena de 70 meses de presidio contra el exministro, por el cual aún está recluido en ese país.
En el caso gases lacrimógenos se estableció que Murillo conspiró junto a empresarios amigos, para la compra con sobreprecio del material. Uno de sus colaboradores, Sergio Méndez, ya fue deportado de Estados Unidos a Bolivia y fue enviado a la cárcel de San Pedro.
