jueves 4 de julio de 2024

Economistas alertan riesgos

Ante una eventual devaluación advierten que habría más efectos negativos que positivos

Analistas señalan que una devaluación de la moneda, provocaría una alza general de precios de productos importados, insumos y otros que desataría una presión inflacionaria. El BCB descartó una modificación del tipo de cambio.
El presidente del BCB, Edwin Rojas, garantizó el domingo que el tipo de cambio no se moverá. Foto: ABI.
El presidente del BCB, Edwin Rojas, garantizó el domingo que el tipo de cambio no se moverá. Foto: ABI.

Aunque el Banco Central de Bolivia (BCB) descarta una devaluación de la moneda, en los hechos, en el mercado ya existe un tipo de cambio paralelo, pero economistas advierten efectos negativos como un alza general de precios, si es que se deprecia la moneda local.

El problema, afirman, es que para sostener un tipo de cambio fijo, como ha venido ocurriendo desde 2011, se necesita mantener un nivel de Reservas Internacionales Netas (RIN), altas, pero las mismas han sufrido un descenso desde 2014.

El 2 de noviembre de 2011 fue la última vez que el Banco Central de Bolivia (BCB) movió el tipo de cambio, cuando esta variable sufrió una variación de 6,97 a 6,96 para la venta y de 6,87 a 6,86 para la compra, por cada dólar estadounidense.

El economista Germán Molina explicó que un tipo de cambio fijo significa que el BCB determina el precio del boliviano por un dólar y, con ese valor, debe atender todos los requerimientos de las personas que quieren comprar la divisa.

El problema, dijo, es que desde febrero de 2023, las RIN han ido declinando con mayor rapidez, pero el tipo de cambio se mantuvo. “El tipo de cambio fijo es sostenible, en la medida en que el BCB cuente con dólares en cantidades suficientes para atender los requerimientos de todos los bolivianos”, puntualizó.

Efectos de la devaluación

Según Molina, una devaluación se da cuando el BCB, mediante una disposición normativa, fija un precio superior al tipo de cambio vigente, bajo la premisa de que, de esa manera, la gente podrá sacar sus ahorros en dólares, ofrecer y vender a ese nuevo precio.

Pero aclaró que la experiencia en Bolivia y otros países es que esto genera un alza de precios general, desde el pan de batalla, transporte, energía eléctrica, agua, hasta productos importados. “Se produce un incremento superior al nivel de la devaluación de tipo de cambio, por lo tanto, no es adecuado devaluar la moneda”, alertó.

Sin embargo, dijo que para que se pueda mantener el tipo de cambio fijo y sea sostenible, se necesita que el BCB pueda garantizar un nivel adecuado de reservas y divisas para atender los requerimientos de la gente y de los importadores.

“Este nivel es de unos cinco mil millones de dólares de RIN, si no se cubre de esta manera, el tipo de cambio fijo, va a funcionar como hasta ahora, con un mercado paralelo”, subrayó Molina.

El economista Alberto Bonadona opinó, por su lado, que una devaluación tendrá como primer efecto una presión inflacionaria, encarece los productos que se importa desde alimentos, hasta bienes intermedios, bienes de capital, repuestos para el transporte, insumos de las industrias nacionales que producen alimentos, medicamentos, maquinaria y otros.

¿En qué favorecería a las RIN una devaluación?

¿En qué favorecería una devaluación?, en teoría, según Bonadona, esto debería favorecer a las exportaciones que tendrían que volverse más competitivas en precio, pero aclaró que muchos de los principales productos que Bolivia vende al mundo como minerales, soya y otros dependen de la cotización internacional y la demanda internacional. En el caso del gas, el precio está fijado en los contratos de compra-venta suscritos con Argentina y Brasil.

Por otra parte, indicó que una devaluación podría favorecer a un fortalecimiento de las RIN, porque al encarecerse las importaciones, algunos productos, por el costo elevado, se dejarían de comprar en el exterior o se reduciría la demanda y, por lo tanto, habría menor salida de divisas. Pero esto puede ser neutro, porque igual se presiona a un alza de precios internos.

Añadió que el tipo de cambio fijo funciona como un ancla para mantener una inflación baja  y precios bajos en el mercado interno junto a la política de subvención a los carburantes y a los alimentos.

Al dispararse el tipo de cambio paralelo, ya se observa un efecto en el alza de precios de insumos médicos, y productos importados desde jaboncillos, cremas, alimentos, perfumes, entre otros.

El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, opinó que en algún momento se debería devaluar el peso boliviano de manera oficial por tres razones: Uno, estimular a los exportadores a traer sus dólares al sistema financiero nacional. Dos, establecer un dólar oficial competitivo con el dólar paralelo. Tres, bajar la incertidumbre y especulación en el mercado cambiario.

Pero una medida de esta naturaleza debería ser acompañada por normas o mecanismos que alivien cualquier efecto negativo. “Debe entenderse que lo anterior es sólo una propuesta, talvez riesgosa, sin embargo, debe ser mejorada y complementada con otras políticas para su eficacia”, aclaró Romero.

BCB garantiza estabilidad cambiaria

El domingo, el presidente del BCB, Edwin Rojas, aclaró que el tipo de cambio del dólar se mantendrá invariable como el resto de políticas macroeconómicas, como resultado de los indicadores positivos que muestran la expansión económica con estabilidad.

“En materia cambiaria, el programa establece un tipo de cambio claramente determinado desde hace muchos años, y no se tiene previsto cambiar. Y no hemos ni siquiera pensado en hacer algún tipo de modificación”, aseguró en Bolivia Tv, según el reporte de ABI.