Fanáticos reviven el fútbol de tapitas y ahora buscan fichar a los jóvenes

Es la noche del martes 5 de marzo y en algunas casas de Bolivia, grupos de amigos han liberado su agenda para ver uno de los partidos de la Copa Libertadores de América. En esa misma fecha, en una vivienda de la zona de San Pedro, se disputan tres partidos “históricos”, cuyos jugadores son leyendas del fútbol nacional e internacional.

En esta casa, ubicada en una de las zonas más comerciales de La Paz, se han disputado encuentros memorables, como The Strongest contra Bolívar, Blooming versus Oriente, Argentina contra Brasil y hasta un Barcelona versus Real Madrid. Acá, los jugadores, que van desde “el Rey Pelé”, hasta Maradona o Messi, están representados en tapitas de botellas con el rostro del jugador y se desplazan por una cancha de 150 por 90 centímetros.

Detrás de estos partidos se encuentran las “mentes maestras”: dos jugadores que calculan cada pase con la misma seriedad con la que lo hacían décadas atrás, cuando eran niños y su infancia pasaba mientras se enfrentaban en este fútbol de miniatura. Entonces, ellos usaban tapitas artesanales, su césped era una frazada o el piso de la calle; sin embargo, esos escenarios no quitaban el rigor al torneo, uno digno de un partido profesional de fútbol de tapitas.

Se trata de “Tapitas Fútbol Club”, una de las cinco agrupaciones de fútbol tapas que se encuentran en la ciudad de La Paz, conformada por al menos 10 integrantes. A nivel nacional, Oruro, Santa Cruz y Cochabamba tienen sus propios grupos y todos forman parte de la “Federación Fútbol Tapas Bolivia”. Además de conquistar a la niñez y a la juventud, esta organización tiene el reto de llegar a competencias internacionales.

La federación se creó el 4 de octubre de 2019, luego de que, por casualidad, tres amigos compartieran su nostalgia por el fútbol de tapitas, ese que jugaban en su niñez. “Antes jugaba, desde mis siete hasta mis 13 años, y recientemente, buscando en internet, vi a una persona de nombre Marcos Ríos que vendía equipos y tenía una cancha, ahí conocí a José Bustillos. Nos conocimos en un campeonato. Jugamos y coincidimos en ideas y de esa forma nos animamos a hacer esto, con más reglamentos”, recuerda Edwin Contreras, uno de los fundadores de la federación y actual presidente de “Tapitas Fútbol Club”.

“Nuestra intención en adelante es crecer. Vienen a jugar niños y damas. Recibimos a personas de todas las edades”, dijo Víctor hugo Maldonado.

Él y Bustillos, contactaron a federaciones internacionales de fútbol tapas y adoptaron para Bolivia el reglamento español; además, la Federación Fútbol Tapas Bolivia creó su propia normativa interna. Desde ese entonces, hace más de cuatro años, cada martes en la noche, Contreras, ingeniero civil de profesión, olvida un rato su trabajo y cumple el sueño de convertirse en una leyenda del fútbol. Un futbolista que juega para su propio equipo.

Esta actividad empezó con cinco personas. Hoy cuenta con más de 20 integrantes. En sus inicios, empezó en la modalidad todos contra todos, 15 minutos por lado, cada martes en la noche.

A diferencia de un partido de domingo, en un estadio cualquiera, en el fútbol de tapitas no se entona el himno nacional ni se escucha la ovación a los jugadores al ingreso a la cancha. Este es un ambiente más discreto, en el que el inicio del partido se da cuando se activa el cronómetro y el público son de tres a diez personas que lanzan ovaciones cada vez que reconocen una buena jugada de cualquier equipo.

“Antes jugaba, desde mis siete años, y recientemente, buscando en internet, vi a una persona que vendía equipos y tenía una cancha”, contó Edwin Contreras a Visión 360.

En este partido de martes en la noche, un cronómetro de una aplicación de celular indica el momento en el que arranca el cotejo entre Fernando de la Torre (Real Madrid) y Marco Vásquez (Borussia Dortmund). Ellos podrían jugar cualquier otro clásico, pues son dueños de al menos cinco equipos cada uno.

Durante su niñez, De la Torre recuerda, sus jugadores eran tapitas de refresco que él recolectaba, coloreaba o recortaba las caras de los jugadores que llegaban impresas en los periódicos y rellenaba la parte vacía de las tapas. Hoy, cada “equipo” está diseñado de tapas especiales, que nunca han sido utilizadas, tienen un gramaje específico, y no puede superar los 27,5 gramos. Solo el portero tiene normas diferentes, es de plástico y no debe superar los 15,5 gramos.

Para cumplir todas estas normas, los dueños de los equipos importan de otros países a sus “equipos” y ya existen productores que diseñan a los jugadores tal como establecen las reglas del juego.

Mientras el partido se desarrolla, el marcador va 3-1 a favor de Borussia Dortmund. Justo a dos metros de “la cancha” de fútbol, se desarrolla otro partido, otro clásico, pero de América.

Llegar a competencias internacionales

En los distintos campeonatos que organiza la federación, han participado alrededor de 150 personas, pero menos de la mitad participa de manera activa. Con estas cifras, la federación se ha puesto dos nuevas metas: enamorar a un público joven y jugar en competencias internacionales.

“Nuestra intención ahora es crecer, estamos con niños y damas. Hay de todas las edades”, destaca Víctor Hugo Maldonado, presidente de la Federación Fútbol Tapas Bolivia. Para él, este deporte ayuda a niños y jóvenes a alejarse de la tecnología y divertirse en este tipo de entretenimiento.

Otra de las metas que la federación se ha propuesto es participar en torneos internacionales. “Nos hemos vuelto muy competitivos, podemos disputar torneos internacionales. Habrá un torneo sudamericano y posiblemente participaremos y demostraremos que estamos entre los mejores”, agrega.