martes 2 de julio de 2024

Hay desabastecimiento de morfina y metadona

Pacientes con cáncer dependen de la “suerte” para acceder a fármacos

Hay incertidumbre respecto a la provisión de medicamentos por parte del SUS, lo que obliga a los enfermos a pagar por su cuenta los costosos remedios.
Uno de los pacientes con cáncer que recibe atención en el Oncológico del Hospital de Clínicas, que se encuentra en la zona de Miraflores de La Paz.  Foto: Asociación de pacientes con cáncer
Uno de los pacientes con cáncer que recibe atención en el Oncológico del Hospital de Clínicas, que se encuentra en la zona de Miraflores de La Paz. Foto: Asociación de pacientes con cáncer

Doña Emilia (62 años) espera su turno para su cita, en la unidad de Oncología del Hospital de Clínicas de La Paz. Preocupada, alterna la mirada entre la puerta del consultorio y su billetera. No sabe si la buena fortuna la acompaña y recibirá del nosocomio y el Sistema Único de Salud (SUS) los medicamentos que necesita, o si deberá comprarlos por su cuenta en alguna de las farmacias que rodean al establecimiento de salud en Miraflores.

“Desde hace mucho tiempo que todo es suerte. Nunca sabemos si tienen las pastillas que necesitamos, si se les acabó o si todavía no llegan”, lamenta.

Por diferentes factores, el SUS no puede ofrecer una provisión constante de los fármacos que necesitan los pacientes con cáncer. De calmantes a compuestos más complejos, la escasez es un problema constante.

Desde hace mucho tiempo que todo es suerte. Nunca sabemos si tienen las pastillas que necesitamos, si se les acabó o si todavía no llegan.
Doña Emilia

“Afecta a todos los niveles de medicamentos, desde los más básicos hasta los esenciales para tratamientos como la quimioterapia. Y no es algo nuevo, ya que desde hace más de un año que venimos denunciando el problema, con respuestas poco satisfactorias”, explica  Rosario Calle, presidenta de la Asociación de Pacientes con Cáncer.

La farmacia del centro hospitalario no siempre tiene los medicamentos solicitados por los pacientes. Foto: APG

 

Especialmente preocupa la falta de morfina y metadona, medicamentos esenciales para paliar el dolor en los afectados por los distintos tipos de cáncer.

Se olvidan que no todos tenemos plata. Si no es que tienes que comprar las píldoras para el dolor, tienes que gastar un dineral en las cosas para la quimioterapia, desde medicinas hasta agujas. Poco a poco te dejan en la calle.
Roberto

“Hay muchas personas que dependen de estas tabletas para sobrellevar el día a día. Es principalmente grave en el caso de los enfermos terminales”, dice.

Calle cuenta que algunos compuestos están a precios asequibles, que cuestan de uno a diez bolivianos. Sin embargo, las cantidades que deben consumir los afectados hacen que de boliviano en boliviano, el gasto termine siendo oneroso.

 “Algunas cosas no son tan caras, pero poco a poco el gasto aumenta y hay pacientes que ni siquiera pueden pagar el pasaje hacia el hospital, menos podrán costearse los fármacos”, explica la dirigente a Visión 360.

Carlos, un paciente de 35 años, explica que el desabastecimiento representa, para él, una carga económica muy alta. Le recetaron un medicamento, que no quiso especificar, que se consume en forma de pastillas.  

No tenemos ninguna idea de qué necesitamos. Esta es la primera consulta de mi pariente, pero cuando hicimos la cita no nos informaron nada, ni siquiera sugerencias de calmantes. Estamos esperando por dos horas y no nos dicen nada. 
Carla

No son baratas, pero tampoco particularmente caras, ya que  cada una tiene un costo de 10 bolivianos. Sin embargo, debe tomarlas cinco veces al día, por lo que -solo en ese producto- invierte 50 bolivianos diarios.

“Se olvidan que no todos tenemos plata. Si no es que tienes que comprarte las píldoras para el dolor, tienes que gastar un dineral en las cosas para la quimio (quimioterapia), desde medicinas hasta agujas. Poco a poco te dejan en la calle. Y lo peor es que ni siquiera puedes programar para ahorrar, ya que no sabes si tienen o no”, reclama Roberto, paciente de 40 años.

Esta incertidumbre es muy molesta para los pacientes con cáncer y sus familiares. Los días de consulta no solo implican largas esperas en espacios incómodos, sino también la posibilidad de fuertes gastos económicos, algo que no se confirma hasta que termina la cita con el médico de turno.

Hasta para eso se necesita suerte.  La Dirección prometió que consiguió una buena provisión de fármacos, pero eso no garantiza que la cantidad sea suficiente para el número de personas, que acuden al centro de salud estatal para sus consultas y tratamientos.
Rosario Calle

“No tenemos ninguna idea de qué necesitamos. Esta es la primera consulta de mi pariente, pero cuando hicimos la cita no nos informaron nada, ni siquiera sugerencias de calmantes. Estamos esperando por dos horas y no nos dicen nada”, lamenta Carla, de 30 años, mientras espera en los jardines de la unidad de Oncología a que salga el médico para, al fin, tener datos.

Para Calle, uno de los problemas es que en las  dos áreas de Oncología del Hospital de Clínicas se atiende a una gran cantidad de pacientes, un número mayor a su capacidad. Esta gran demanda hace que el trato sea irregular.

En una ocasión, cuando me tocaba recoger los remedios para mi quimioterapia, me encontré que ya se habían acabado ese día. Tuve que acudir al banco para poder comprar en Farmacia.
Carlos

Según cálculos de la asociación, solo en el turno de la mañana, atendido por cuatro médicos, se reciben en promedio unos 60 pacientes por día. Esto hace que, aunque el hospital contase con los medicamentos adecuados, muchos pacientes no lleguen a conseguirlos.

“Hasta para eso se necesita suerte. Sí, la dirección prometió que conseguiría una buena provisión de fármacos, pero eso no garantiza que la cantidad sea suficiente para el número de personas que acuden al centro de salud estatal para sus consultas y tratamientos”, agrega.

Solo en la Asociación de Pacientes con Cáncer hay registradas unas 1.000 personas, por lo que las dudas planteadas son justificadas.

 

“En una ocasión, cuando me tocaba recoger los remedios para mi quimioterapia, me encontré que ya se habían acabado ese día. Tuve que acudir al banco para poder comprar en Farmacia”, comparte Carlos.

Datos proporcionados por el Programa Nacional de Lucha Contra el Cáncer detallan que entre 2016 y 2021 se registraron 59.382 casos en Bolivia. Los tipos de cáncer que más se presentan en el país son el de cuello uterino, mama y próstata.

Cada vez que vengo a mi control tengo miedo que me pidan algo que no pueda pagar. Apenas tengo para lo básico.
Doña Emilia

Respecto a la cantidad, hay otro problema adicional: la gran diversidad en las necesidades de los pacientes. Hay muchos tipos  de cáncer y cada uno requiere tratamientos propios, lo que implica que hay medicamentos específicos para cada caso.

Sí, hay pastillas e inyectables generales -como los calmantes-, pero una persona que está siendo tratada por cáncer de mama requiere un fármaco diferente al afectado en el pulmón. En el caso de que dos personas necesiten el mismo compuesto, varían los tamaños de las dosis, además de la frecuencia de consumo. La cosa se agrava cuando se trata de las quimioterapias. 
Calle explica que cada ampolla puede llegar a costar más de 300 bolivianos. Eso sin contar los insumos para el procedimiento, como jeringas, bolsas de suero, tubos, barbijos y otros.

Afecta a todos los niveles de medicamentos, desde los más básicos a los esenciales para tratamientos como la quimioterapia. Y no es algo nuevo, ya que desde hace más de un año pasado que venimos denunciando el problema, con respuestas poco satisfactorias.
Rosario Calle

“Normalmente para las sesiones de quimioterapia se requieren tres compuestos específicos. El precio varía según la cantidad y la marca, pero por lo normal oscila entre 250 bolivianos, los más baratos, y más de 300. Y sabemos que se han dado casos en los que el SUS solo pudo proveer de uno de ellos, teniendo el paciente que comprarse los otros dos”, cuenta Calle.

Esto pone en apuros y peligro a un gran porcentaje de los pacientes con cáncer. Son los que están obligados a depender del SUS, ya que no cuentan con los suficientes recursos económicos para recibir tratamiento en otros centros de salud.

60 personas 
 Es el promedio de pacientes que son atendidos por día en el turno de la mañana, que cuenta con cuatro médicos.

“Sabemos de personas que apenas tienen dinero para pagar su pasaje hasta el Hospital de Clínicas. Ellos necesitan desesperadamente que el Estado cumpla con proveer al SUS con los medicamentos adecuados”, reclama Calle.

“Cada vez que vengo a mi control tengo miedo que me pidan algo que no pueda pagar. Apenas tengo para lo básico”, lamenta Emilia.

La dirigente de los pacientes explica que el director del Hospital de Clínicas, Omar Rodas, reveló que se estaban haciendo compras de los medicamentos. Sin embargo, el galeno no especificó cuándo llegaría la provisión ni la cantidad conseguida.

59.382 personas 
con cáncer se registraron en el país entre los años 2016 y 2021, según los datos del Programa Nacional de Lucha contra el Cáncer de Bolivia.

“Hemos tenido varias reuniones con las autoridades para garantizar la provisión de medicamentos y la accesibilidad de los servicios. Siempre se comprometen a ayudar, pero hemos visto cómo a veces no pueden cumplir por la situación del país y el mundo”, asegura Calle. 

Entre los 250 y los 300 bolivianos 
cuesta cada uno de los  tres medicamentos que se requieren para las sesiones de quimioterapia en el Hospital de Clínicas.

Los paros médicos, el otro dolor de los pacientes

Los continuos paros de los trabajadores en salud, especialmente aquellos de naturaleza sorpresiva, provocan grandes perjuicios a los pacientes con cáncer. Esto se debe a que se suspenden los servicios en áreas necesarias como laboratorios, la entrega de medicamentos y otros.

“Sí, aún trabajan en los consultorios de Oncología, se hacen los tratamientos de quimio y radioterapia. Pero si se necesita, por ejemplo, un análisis de sangre, rayos X y ecografías, no podemos realizarlos. Tampoco podemos acudir a otros médicos para tratar daños secundarios como gastroenterólogos, neumólogos o traumatólogos”, dijo Rosario Calle, dirigente de la Asociación de Personas con Cáncer y Familiares, cuando se realizaron los paros en abril.

Pacientes se ven afectados por los paros, pues para ellos un día hace la diferencia. Foto: pacientes con cáncer 

 

Según la representante, los asociados han protestado en anteriores conflictos, ya que consideran que los paros “son un atentado contra nuestra salud”. Adelantó que están viendo qué medidas tomar en estos casos.

“Tenemos que ver qué podemos hacer cuando esto vuelva a ocurrir. No solo evita que se nos brinden los tratamientos paralelos, sino que también nos encontramos con salas oncológicas repletas en todo el país”, agregó.

Según datos de la asociación, cada vez que hay paros de salud se perjudica a 30 pacientes por día, solo en La Paz. “En todo el país llegamos a millares, lo cual es muy grave, ya que es una carrera contra la muerte”, lamentó Calle.

Gran parte de los afectados son aquellas personas que  no cuentan con recursos económicos. Hay, incluso, las que llegan de otras ciudades, como Oruro, o de las otras provincias del departamento.

Entre las acciones que los pacientes están considerando, está el exigir al Estado que se realicen descuentos a los médicos que no trabajen. “Día no trabajado, día por el que  no recibirán dinero”, sugirió Calle el pasado lunes 17 de junio, al inicio de un nuevo paro.