Se buscan hinchas para la Selección

Como cambió todo, hace 30 años éramos, por lo menos, simpatizantes de la selección nacional. El equipo número uno del país trascendía sobre cualquier ideología política y hasta de vida. Hoy, a veces, un rebuscado nacionalista nos inspira decir “vamos Bolivia” ó “vamos a ver a la selección. La “verde” está cada vez más verde.

¿Por qué no hay hinchas de la selección? ¿Por qué se perdió el amor incondicional al equipo nacional? Primero uno es fanático de su club, Bolívar, The Strongest, Oriente Petrolero, Blooming, Wilstermann, San José y de todos los planteles que se pueda imaginar. Al fondo, olvidado en el sótano del recuerdo futbolístico recién está la casaca verde del hombre de fútbol.

El oscurantismo de que nos plantea la realidad es el responsable de semejante tragedia que ninguna selección del continente vive. Números rojos, casi negros, récords negativos nacionales e internacionales que se rompen frecuentemente. Por supuesto, que está demás hablar de las glorias futbolísticas del país, la pena es que en este tiempo moderno muchos ni siquiera conocen a nuestros convocados, las preguntas frecuentes son ¿quién es? ¿dónde juega? Así hemos caído.

En estas líneas no pretenda encontrar las soluciones a la problemática del fútbol nacional, nos rompemos la cabeza durante 30 años entender el descenso de está pasión. Las hipótesis florecen en cada fracaso. Me resigné a soñar con mi felicidad cubriendo periodísticamente a la selección en otra Copa del Mundo, no se cómo ni   con que pretexto. Me resigné a decir que alguna vez vi a mi equipo en inauguración de un Mundial, hecho que hoy es un honor de pocos, y los muchos seguirán, al parecer, seguirán rozando la utopía.